The Borders are Burning

31/11/1939.   15:30 P.M . - 9 Grados Celsius.   Localización: Kanerva -Rápido esconderos entre los arboles, y no abráis fuego si no os descubren.  Los Hombre de Ranta habían avanzado por la carretera que les llevaba a Kanerva cuando oyeron el motor de un avión que se acercaba a ellos. Podían ver las primeras casas, y una pequeña posición defensiva que cubría la carretera. El piloto soviético los localizo con facilidad, y se lanzó sobre ellos. Las  ametralladoras comenzaron a rugir.  El primer grupo pudo esconderse bajo los arboles, dispersándose.  Pero el segundo grupo no tuvo tanta suerte,  recibiendo fuego en varias ocasiones. Desde la posición de Ranta se podía ver a varios de sus hombres tendidos en el suelo.  El aviador había conseguido su objetivo, reconocer el camino hacia Kanerva, por lo que decidió volver a su base. Pero el combate no había acabado aun, Ranta situó la ametralladora de su sección en una buena posición de tiro.  -Esperad a que nos rebase, en cuanto le veamos la

 31/11/1939.  08:15 A.M . - 7 Grados Celsius.   Localización: Hukkarjarvi Ranta repartió las ultimas raciones, los hombres estaban saboreando un té caliente cuando uno de ellos gritó: -Ya están aquí. - Todos a sus puestos y que no se acerquen- Gritó al instante Ranta. Sabia que no podía arriesgarse a huir antes que subieran algo las temperaturas. Su plan era plantarle cara a los Rusos, y tras un breve combate abandonar el pueblo en dirección este. Superado en número debía golpear primero, para huir mientras el enemigo lamia sus heridas.  Por la noche había llegado un pequeño grupo de guardias, que habían estado apostados en un aldea unas millas al norte.  Ranta había formado una línea de combate. No estaba seguro que resistiera, pero era su única oportunidad.  Los rusos bajaron de la montaña corriendo y gritando, llenos de Vodka, los guardias empezaron a disparar causando grandes bajas.  Pero su feroz enemigo llegó a  pocos metros de la puerta principal, logrando lanzar una granada qu

 Mal equipados para la guerra de invierno, lo que parecía que iba a ser un paseo pronto se convirtió en una pesadilla.  Sin comida, sin ropa de abrigo, con un enemigo duro,   las secciones de reconocimiento que avanzaban a vanguardia se toparon con un muro blanco.